Doña Blanca esta cubierta de pilares de oro y plata...
Romperemos un cristal para ver a Doña Blanca...
-Bueno... Buenas noches...
Un escalofrío recorre mi cuerpo, esa voz extreñamente familiar le pertenecía a él.
¿Quién es ese jicotillo que anda en pos de Doña Blanca?...
Los fantasmas de aquellos recuerdos golpearon mi ser; su sonrisa tan escandalosa, el cabello rebelde como el mío, sus ojos vivaces y feroces, aquella espalda ancha aléjandose de casa.
Yo soy ese jicotillo que anda en pos de Doña Blanca...
Mi madre llorando, día y noche esperando su regreso y con ello su felicidad. Hoy, en nuestra vida existen tres integrantes más, mamá es feliz... y yo también...
¿Por qué?... ¿Por qué ahora?... si él regresara seríamos felices, una familia de nuevo... pero..
Doña Blanca esta cubierta de pilares de oro y plata...
-Disculpe... se equivocó de número.
Sonriendo tomo un lápiz y escribo el recuerdo faltante.
Romperemos un cristal para ver a Doña Blanca...
Es imposible, dijo el orgullo. Es arriesgado, dijo la experiencia. No tiene sentido, dijo la razón. Inténtalo susurró el corazón...
hola...
Por que mi mundo no es color de rosa....
lunes, 18 de julio de 2011
miércoles, 6 de julio de 2011
Ayer...
El fino manto cubre la ciudad mientras la gente huye; hubiera tomado el paraguas...
Inútilmente trato de protegerme con propaganda, furiosa reclamo al cielo su falta de consideración
El hubiera no existe... ya lo sé...
Enfrente, unos ojos me observan, sonriendo te acercas a mí.
Hola...
Es la única palabra infame que se me ocurre, sonríes, preguntas sobre mi recorrido en la vida, observo tus ojos tan vivaces como siempre, el cabello despeinado... sigues igual.
Te amo...
Pronuncio aquellas palabras que apuñalaban mi corazón desde esa separación, me miras, tratas de decir algo, te hago callar poniendo un dedo sobre tus labios.
Te amo...
¿Desde cuándo? No recuerdo, aunque me gustaría recordar el momento en el que me enamore de ti
¿Por qué? No lo sé, tal vez tu sonrisa, tu voz, tu forma de pronunciar mi nombre...
Me tomas entre tus brazos mientras me susurras palabras que el viento se lleva. Levantas mi rostro, nos besamos con dulzura mientras la primer lluvia termina de quitarme el maquillaje, te sonrío.
El reloj de la plaza anuncia la hora, debemos irnos, ella te espera y yo...
Yo debo de ir a recoger a mi hijo.
Te amo...
Suspiro mientras te vas alejando poco a poco llevando contigo mi pasado.
Inútilmente trato de protegerme con propaganda, furiosa reclamo al cielo su falta de consideración
El hubiera no existe... ya lo sé...
Enfrente, unos ojos me observan, sonriendo te acercas a mí.
Hola...
Es la única palabra infame que se me ocurre, sonríes, preguntas sobre mi recorrido en la vida, observo tus ojos tan vivaces como siempre, el cabello despeinado... sigues igual.
Te amo...
Pronuncio aquellas palabras que apuñalaban mi corazón desde esa separación, me miras, tratas de decir algo, te hago callar poniendo un dedo sobre tus labios.
Te amo...
¿Desde cuándo? No recuerdo, aunque me gustaría recordar el momento en el que me enamore de ti
¿Por qué? No lo sé, tal vez tu sonrisa, tu voz, tu forma de pronunciar mi nombre...
Me tomas entre tus brazos mientras me susurras palabras que el viento se lleva. Levantas mi rostro, nos besamos con dulzura mientras la primer lluvia termina de quitarme el maquillaje, te sonrío.
El reloj de la plaza anuncia la hora, debemos irnos, ella te espera y yo...
Yo debo de ir a recoger a mi hijo.
Te amo...
Suspiro mientras te vas alejando poco a poco llevando contigo mi pasado.
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